05 abril 2006
Otra vez el agua
La Asociación Española de Abastecimiento de Agua y Sanemaiento (AEAS) ha afirmado que la calidad del agua potable en España no supone riesgo para la Salud Humana, en respuesta a un informe de la Asociación de Consumidores y Usuarios (OCU). Este informe aseguraba que el agua potable de Zamora, Ciudad Real, Cáceres y parte de la de otras ciudades no es potable porque contiene trihamlometanos.
Estos compuestos se forman al reaccionar el cloro con la materia orgánica del agua que se va a potabilizar. Confieren sabor cloroso al agua y son potenciales cancerígenos. Es inevitable que se formen cuando el agua trae mucha materia orgánica, por ejemplo, geosmina y ácidos húmicos, parte del conocido mantillo que forman las hojas al caer a partir del final del verano. Si a eso se añade que se aumenta la cloración cuando hace calor, y que el bajo caudal del estiaje hace aumentar la concentración de todas las sustancias, no es de extrañar tal reacción. También muchas ciudades del Mediterráneo y del Valle del Ebro tienen las aguas demasiado salinas ( cloruros, sodios, sulfatos, calcio, nitratos...). Calor, sequía, sales, densidad de población,agricultura intensiva...cóctel explosivo. Así que si quieres beber más sano, múdate al Norte de España y al abrigo de Sierras.
La única manera de eliminarlos es pasar el agua por carbón activo,(ozonizar, común en EEUU, ya es impensable aquí) lo que ya se hace en varios sitios, como los abastecimientos a Barcelona. Pero la gente está poco concienciada de pagar más por el agua. Piensan que es un bien ubicuo y accesible. Y con tanta urbanización, ni una cosa ni otra.El agua que cumple la legislación es aceptable, pero dista de ser lo mejor.
Beber agua de botella es una solución cara pero razonable. Si se usa la de esas fuentecillas refrigeradoras que tienen un botellón invertido sale más barato ( El Diario EL MUNDO ofrecía una hace poco) y son también agua sana.
Algunos Ayuntamientos y empresas abastecedoras pretenden demandar a la OCU...Enfin, que entre unas cosas y otras, siempre a tortas por el agua...
04 abril 2006
Sigue la función
La semana pasada se aprobó el Estatuto de Cataluña en las Cortes con sólo el 54% de los votos. Los votos de quienes antepusieron la disciplina de partido a sus propias convicciones, como dijo Jaime Ignacio del Burgo hace unos meses.Ni Bono, ni Ibarra, que tanto hablaron en su día,ni siquiera el Guerra que hace meses criticaba el proyecto osaron oponerse.Primero el poder, luego lo demás.
No hace falta ser un lince para ver lo que va a venir ahora: Campaña para el referendum en Cataluña plena de exaltación patriótica: himnos, soflamas,banderas, desfiles de Mosssos...todo lo que el nacionalismo catalán critica en el "españolismo". Todo el que dude de la conveniencia del Estatuto o lo considere poco solidario será tachado de "españolista" "botifler", o peor...la pusilanimidad de la gente, su ignorancia, y el miedo a ser discriminado harán el resto. Con una alta abstención, será aprobado en medio de una campaña institucional brutal en medios y presiones.
Después, las consecuencias irán goteando lentamente: menor disponibilidad de fondos de solidaridad interterritorial, lo que, como ha dicho el Presidente del Tribunal de Cuentas, generará tensiones que llevarán a nuevos impuestos, desequilibrios, complejidad e ineficacia. Pero no pasará nada, porque no hay vallas hoy día en las fronteras en Europa, y todos podremos ir a hacer turismo rural por las taifas de España sin pasaporte, porque la pela es la pela. Y porque la gente prefiere engañarse y no complicarse la vida. "Que se vayan si quieren y que nos dejen en paz" es una frase ojetivo y consecuencia de un nacionalismo machacón, tenaz,obsesivo, atropellador e infatigable. Al fin y al cabo, la tribu fue el primer invento social, probablemente antes que la familia, hace un millón de años.
Y por encima de todo, las consecuencias de la imposición , por parte de los nacionalistas, del término nación en el Estatuto, a través de sus amenzas a Zapatero de retirarle el apoyo parlamentario. A medio plazo, la ofensiva nacionalista por obtener los últimos retazos de Estado que les quedan por arrancar se verá respaldada por la idea que toda Nación debe tener su Estado. Quizá dejen el Ejército, tan poco popular hoy día,subcontratado a cuatro andaluces, y la figurativa decorativa del Rey, un Rey heredero de Recaredo, Fernando e Isabel y Carlos III, y que ahora se ve obligado a tragar el amargo ácido prúsico de los tribalismos. "La nación de Jumilla marchará sobre Murcia si es agredida" decían los cantonales.
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